Parte 2- Claves informativas: reconocimiento de patrones sanguíneos – campo oscuro / diagnóstico de pulso, radiónico y de péndulo / Análisis electro- dérmico
En mi último artículo sobre la ALEATORIEDAD, mencioné varias razones por las que considero que la verdadera aleatoriedad matemática es de hecho un ideal muy raro y difícil de alcanzar. En este documento continuaré con esta línea de pensamiento, y le mostraré de qué manera se relaciona con el “Reconocimiento de patrones” y cómo esto integra nuestra vida, para bien o para mal.
Cuando una persona “sin entrenamiento” observa imágenes del campo oscuro sanguíneo, contesta una prueba kinesiológica, intenta dar un diagnóstico de pulso o EDS, la mayor parte de las ocasiones, si es honesta consigo misma, sentirá que su percepción / acción / análisis es aleatorio.
Ésta es la razón por la cual tales diagnósticos nunca han afrontado pruebas de tipo “doble ciego” que logren comprobar algún valor objetivo, es decir, la obtención de resultados reproducibles, independientemente del practicante que efectúe las pruebas.
Sin embargo, los usuarios capacitados afirman solemnemente la naturaleza objetiva de su ejercicio y adjudican los errores de los estudios de “doble ciego” a la falta de capacitación o incluso a un fraude descarado por parte del sistema científico.
En mi calidad de físico, he visto el gran valor que tienen estos métodos, pues me capacité en DLE entre esta experiencia y mi educación universitaria. No obstante, en vez de adoptar uno de ellos sin mayor cuestionamiento y rechazar el otro, comencé a trabajar y realicé más estudios que eventualmente me llevaron al desarrollo del sistema CoRe.
Descubrí que todas estas técnicas de evaluación tienen un común denominador: ofrecen una cantidad casi infinita de opciones y posibilidades que pueden tomarse como el resultado de la evaluación. Cualquiera que alguna vez haya realizado un análisis de campo oscuro sanguíneo sabe que una muestra de sangre observada bajo microscopio contiene especímenes de casi todos los indicadores posibles de diagnóstico. Del mismo modo ocurre con el análisis electro-dérmico, en el que la medición depende de muchos factores, sobre todo de la velocidad de la aplicación de la sonda, humedad y textura de la piel, ángulo de la sonda a.s.o. que el personal de análisis “sin capacitación” producirá para cada lectura posible, tal como si fuese un péndulo.
Por este motivo, la mayor parte de la comunidad “científica” los considera subjetivos, e incluso fraudulentos.
La razón por la que nunca ha existido un puente posible entre estos dos puntos de vista opuestos, como lo entiendo ahora, es simplemente porque para ambos existe igual cantidad de creyentes en el mismo concepto incompleto de lo “científico”.
Ambos campos creen que algo es científico e incluso accesible para nuestra mente cuando existe:
A) Un patrón claro, distintivo e incuestionable
B) Un patrón que se pueda reproducir por cualquier practicante capacitado
C) Un patrón con un significado definido
Ambas partes consideran que el aspecto científico resulta imposible cuando alguno de estos 3 criterios no está presente.
Si se les observa con más cuidado, podemos darnos cuenta de que los términos resaltados describen el modus operandi del hemisferio izquierdo del cerebro: claro, distintivo, incuestionable, reproducible, definido.